The Café Terrace and Its Goddesses Season 2
Segunda temporada de Megami no Café Terrace.
Un día, un encuentro casual pone a Tabata en contacto con su compañero de clase, Yousuke Ueno, conocido por ser tan guapo como extremadamente amable. ¿Por qué un estudiante tan popular se relaciona con un personaje de segundo plano como ella? Para Tabata, es una situación insondable, pero ¿podrá Ueno demostrarle que la apariencia no lo es todo?
Nada preocupa más a Satomi Oka que la inminente competencia final de coro de su carrera en la escuela secundaria, hasta que un extraño lo aborda desde las sombras y le exige: "¡Vamos a hacer karaoke!" Como yakuza, Kyouji Narita no se asusta fácilmente, pero una perspectiva aterradora lo ha llevado a buscar la ayuda de Satomi. ¡El jefe está organizando un concurso de karaoke, y el perdedor se verá obligado a hacerse un tatuaje para ser seleccionado y aplicado tortuosamente por el propio jefe! Oka ha asistido a muchos ensayos vocales a lo largo de los años, ¡pero nunca a sesiones de karaoke uno a uno con un gánster!
Isla Seiran. Incluso aquí en el paraíso, hay quienes trabajan en las sombras para derribar todo... Unidos, estos inadaptados se alinean codo a codo como la sociedad secreta NLNS. Como su fundador y líder, yo, Junnosuke Tachibana, no me detendré hasta que hayamos aplastado esta locura de ley de una vez por todas. ¡Incluso he encontrado un benefactor en este viejo rico y cascarrabias, cuyo nombre es desconocido! Ya nos ha proporcionado una base secreta y un montón de dinero. A cambio, quiere que encontremos a alguien y "la protejamos a toda costa". Aparentemente, ella tiene la clave para el éxito de nuestra misión...? En ese caso, solo hay una cosa que hacer: localizar a esta chica misteriosa. Y todo mientras mantenemos a la SHO fuera de nuestro rastro... ¡No te equivoques! Detendré esa ley en seco, ¡solo espera y verás!
Midori se encuentra en un aprieto. Está endeudada y su casera intenta extorsionarla por el impago del alquiler. Su mejor amiga se niega a prestarle dinero desde que se dio cuenta de sus trucos. Quizá un poco de intimidación le ayude. ¿O un pequeño robo? Ninguna de las dos cosas es sostenible. Tal vez conseguir un trabajo arreglaría las cosas... Pero trabajar significa menos tiempo para divertidas aventuras en la gran ciudad...
